Si sólo ves
las cosas “como son”,
las seguirás
mirando siempre así,
porque en lo
que se enfoca tu atención,
¡eso se
perpetua para ti!.
Si en cambio
las observas en tu mente
tal como
pueden ellas “llegar a ser”,
con tus
vislumbres les crearás un puente
que hacia
ese fin las hará propender.
Y lo estarás
copiando al escultor
que al
contemplar una piedra fortuita,
ya percibe
completa en su interior
la estatua
tan preciosa que dormita.
Contempla tú
también el potencial
de aquello
que aún no llega a florecer,
que el que
pone la vista en lo ideal,
¡tarde o
temprano lo hace aparecer!.
A la persona
hostil, hállala amable,
mírala en
sus virtudes escondidas,
y ante tu
trato dulce y amigable,
¡empezará a
mostrarlas en su vida!
Atisba en el
quejoso, al satisfecho,
anticipa un
saber en la ignorancia,
lo por
hacer, contémplalo ya hecho,
y en la
escasez, vislumbra la abundancia.
Observa en
la semilla al árbol pleno,
en la
cartilla en blanco al libro escrito,
en el
corazón duro al hombre bueno,
y en el
sitio en que estés…, a lo Infinito…